Almirante Brown y un desafío al silencio

Estudiantes y docentes de la Universidad Nacional Guillermo Brown (UNaB) llevan adelante un proyecto de investigación que explora aspectos hasta ahora no estudiados sobre la dictadura militar en Almirante Brown.

La iniciativa tiene como objetivo analizar decretos y ordenanzas emitidas en el municipio entre el 24 de diciembre de 1976 y 10 de diciembre de 1983, durante los gobiernos de facto que integraron el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.

Gobierno y Memoria en Almirante Brown, tal el nombre del proyecto , se realizó en el marco del concurso de proyectos llevado adelante por la Secretaría de Extensión de la UNaB y se extendió desde mediados de 2021 hasta finales del 2023, período en el que llevaron adelante la apertura, estudio y análisis de las carpetas municipales que detallan las normativas aprobadas entre 1976 y 1984.

La apertura de las carpetas

La investigación trabajó sobre alrededor de 4600 decretos y ordenanzas municipales de las cuales entre un 30 y 40 por ciento continúan vigentes.

Estas normas regulaban aspectos tales como los nombres de las calles, el transporte de alimentos, multas por contravenciones, e, incluso, la prohibición de la habilitación y funcionamiento de bares y clubes en locales cercanos a establecimientos educativos, entre otros.

La normativa que captó la atención del equipo de trabajo fue la que implementaba un organismo conocida como Junta Municipal de Defensa Civil, destinada a invitar e incentivar a los vecinos para que detecten y denuncie lo que en la jerga del terrorismo de Estado se denominaba «subversivos»’.

Esta medida tuvo un impacto significativo en los clubes y las sociedades de fomento, que se convirtieron en los principales objetivos de intervención y control, al tiempo que perdían así su carácter humanista, comunitario y solidario.

El pasaje de la información a la sociedad

“Si bien las acciones del último gobierno militar son un tema recurrente a nivel nacional, poco se habla sobre ello en el ámbito local y municipal”, explicó la licenciada en Sociología Andrea Arizo, una de las directoras del proyecto, quien indicó que fue bajo esta perspectiva que, una vez concluido el proceso de estudio, decidieron avanzar en implementar estrategias comunicacionales para divulgarlo a la población.

En base a información recopilada, tanto del municipio como de los datos obtenidos en la investigación, el grupo de trabajo del proyecto se articuló con el Laboratorio de Medios de la UNaB para crear un mapa interactivo en el que se señalen las calles en donde habían desaparecido personas en Almirante Brown.

Una vez que se confeccionó el mapa, se produjo un video en donde se recorren esas calles marcadas mientras se narran las historias acontecidas en cada una de ellas.

Además de difundir el audiovisual a través de medios digitales, el material fue presentado en escuelas, clubes y sociedades de fomento de Almirante Brown, muchas de las cuales, fueron intervenidas durante la dictadura.

Tras las proyecciones se abría un espacio de reflexión acerca de cómo algunos de los territorios cotidianos para esas audiencias estaban atravesados por los procesos históricos más oscuros del país.

El impacto en las nuevas generaciones

Desde el equipo de investigación destacan que la recepción de la gente fue variada: «En algunos establecimientos se produjo una interacción muy enriquecedora mientras que en otros la participación fue escasa. En términos generales, fue óptima.»

También pusieron de relieve que algunos jóvenes lograron relacionar la información con historias contadas por sus abuelos y que se sorprendían al descubrir las situaciones que enfrentaron adolescentes de su misma edad y de las actividades que no podían hacerse hace 40 años.

En resumen, el proyecto refleja el fruto del esfuerzo colectivo, en donde se destaca la coordinación entre estudiantes, docentes, la universidad y el municipio en su dedicación a la lucha por la verdad, memoria y justicia.

“Reflexionar sobre nuestro pasado nos permite construir un mejor futuro… la democracia, aún con todos los problemas que tiene, sigue siendo el mejor régimen político en el que podemos vivir”, resume Arizo al sintetizar la esencia de la iniciativa que resalta la importancia de los valores democráticos.

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